La longitud focal equivalente de un objetivo sólo puede explicarse a partir de un término más primitivo: El factor de recorte. Y la primera cuestión que hay que expresar con total claridad es que el factor de recorte de un objetivo no es una característica de un objetivo. Es una medida comparativa de las características de un objetivo usado en dos circunstancias diferentes. El propio hecho de que se hable de factor de recorte y no de factor de ampliación, por ejemplo, va a indicar además que esa comparación se hace en un único sentido y no es bidireccional.
Para poder entender lo que significa debemos primero recordar algunos detalles. En el panorama actual de cámaras fotográficas, si nos olvidamos de cámaras de formato medio y respaldos digitales de uso exclusivamente profesional, existen tres tipos de tamaños de sensores involucrados:
a) Sensores de formato completo de 24x36 mm con un tamaño similar al de un fotograma de película.
b) Sensores de tamaño APS-C de tamaño algo menor. Por cierto esta denominación surje de un tipo de fotograma de película que apareció uno pocos años antes del advenimiento de la era digital y que pretendía normalizar el uso de los carretes con un formato más seguro y que proporcionara más información al cuerpo de la cámara de lo que lo hacían los carretes convencionales.
c) Sensores de compactas de un tamaño mucho más reducido.
¿Y qué tiene que ver el tamaño del sensor con el factor de recorte?. Mucho.
La longitud focal de un objetivo - o una determinada posición de longitud focal en un zoom - tiene dos efectos importantes. Por un lado nos da un ángulo de visión de la escena. Es bien conocido que un objetivo de poca longitud focal, un angular, nos ofrecerá una más amplia visión de la escena que uno de mayor longitud focal, los conocidos como teleobjetivos.Por otro lado influye en la profundidad de campo. Un objetivo de menor longitud focal tendrá una mayor profundidad de campo que un teleobjetivo. Eso sí considerando fijos el resto de factores que influyen: la distancia al sujeto y laapertura elegida.
Ahora bien, la longitud focal de un objetivo, que es una medida absoluta, hará que éste se comporte diferentemente cuando lo colocamos en cuerpos de cámaras con diferentes tamaños de sensor. Así, por ejemplo, un objetivo de 50 mm colocado en una cámara con sensor de formato completo se comportará como un objetivo "normal", es decir, aquél cuyo ángulo de visión se corresponnde más o menos con el que tiene el ojo humano. Si lo colocamos en una cámara con sensor de formato APS-C se comportará como un teleobjetivo corto. Por eso decimos que el objetivo tiene un factor de recorte , lo cual significa que su ángulo de visión será menor si lo colocamos en una cámara con sensor de formato APS-C que si lo colocamos en una cámara con un sensor de formato completo. Debido a que el sensor APS-C es menor subtiende un ángulo menor.
Esta peculiaridad tiene mucha influencia en los extremos de longitudes focales. Así si colocamos un objetivo de 200 mm en una cámara de formato APS-C se comportará como si colocáramos un objetivo de 300 mm en una cámara con sensor de formato completo. Y resulta que un objetivo de 300 mm es mucho más caro que uno de 200.De igual manera, pero ahora como una inconveniencia, si colocamos un objetivo de 28 mm, que se comportaba como un angular en un cuerpo con sensor de formato completo, se comportará casi como un objetivo normal si lo colocamos en una cámara con sensor de tamaño APS-C. Y resulta que los objetivos de longitud focal muy pequeña son más caros. Es decir, que lo que ganamos en un extremo lo perdemos en el otro.
Por tanto el factor de recorte se refiere básicamente al cambio de ángulo de visión que obtenemos cuando colocamos un objetivo de una cierta longitud focal primero en una cámara con formato APS-C - o un compacta- y luego (si ello fuera posible) en una cámara con formato completo. Ésta comparación se hace de esta manera y no de otra porque durante la mayor parte de la historia de la fotografía el formato de fotograma de 24x36 mm es el que ha dominado la escena. O lo que es lo mismo si colocamos un objetivo de 50 mm en una cámara con sensor de formato APS-C tendrá una longitud focal equivalente - es decir, un ángulo de visión equivalente- al que tendríamos si colocáramos un objetivo de 75 mm en una cámara con sensor de formato completo. Esto se suele expresar afirmando que la longitud equivalente es 1.5X.
Un último aspecto a considerar es que las profundidades de campo conseguidas están relacionadas con la longitud focal real del objetivo y no con la longitud focal equivalente. Por tanto en el ejemplo anterior aún cuando colocando el objetivo de 50 mm en una cámara de formato completo obtengamos el mismo ángulo de visión que si colocáramos un objetivo de 75 mm en una cámara con sensor de formato completo, la profundidad de campo sería la correspondiente a un objetivo de 50mm, mayor que la del objetivo de 75mm.
Este es el motivo por el cual es tan difícil obtener desenfoques selectivos en las compactas. Dado que las longitudes focales de lo objetivos involucrados son tan pequeñas en términos absolutos sus profundidades de campo son siempre muy altas. Es posible que una longitud de 5 mm tenga el mismo ángulo de visión que un objetivo de 50 mm en una cámara con sensor de formato completo, pero su profundidad de campo será siempre altísima.