viernes, 15 de enero de 2010

Angulo de visión. Objetivos angulares y teleobjetivos. Parte II


En el artículo anterior sobre ángulo de visión, quedó establecido que todo rayo que provenía de un punto distante (infinito) atravesaba la lente con un ligero desplazamiento (si ésta era delgada) y que el punto imagen se formaba obligatoriamente sobre la línea de este rayo.
Esto quiere decir que cualquier rayo, tal como el etiquetado como rayo externo en la figura adjunta, que queda fuera del cono (como un embudo casero) delimitado por el centro óptico de la lente O y la diagonal mayor del sensor AB, no podrá en ningún caso formar imagen en el sensor y por tanto el punto desde el que se origina quedará excluido de la imagen final.
Definiremos como ángulo de visión el ángulo sólido (de nuevo, el embudo) delimitado por la longitud de la diagonal mayor del sensor (m)  y el centro óptico de la lente cuando el objetivo está enfocado a infinito. (Por lo que podremos hablar de puntos distantes y el sensor se hallará colocado en el plano focal imagen).
La fórmula que nos da el ángulo es:

angulo vision = angulo cuya tangente es ((m/2) / f), expresada de manera más formal en el diagrama adjunto.

A partir de esta fórmula es evidente, por razones trigonométricas, que si mantenemos constante el tamaño del sensor (m es constante) el valor del ángulo variará en función de la longitud focal f. Aunque desde el punto de vista matemático la cosa queda en este punto perfectamente clara, desde el punto de vista de nuestra intuición, es sencillo observar que si f se hace más pequeña, el ángulo aumenta y si f crece el ángulo disminuye. Por este motivo los objetivos angulares, que tiene una longitud focal menor que los teleobjetivos, tienen un ángulo de visión mayor que éstos.
A partir de esta conclusión, haremos un par de observaciones adicionales.
a) Si el punto de enfoque no corresponde a un punto distante, el sensor no estará ya colocado a una distancia f del centro óptico sino más alejado y por tanto el ángulo subtendido será menor. Lo que ocurre es que esta variación es poco significativa y deberíamos acercar mucho el punto de enfoque al objetivo para que esta situación fuera claramente apreciable. De hecho dada la limitación de enfocar a puntos muy cercanos de la mayoría de los objetivos, sólo podría apreciarse levemente en el caso de objetivos macro.
b) En un artículo anterior en el que describíamos el efecto del flare, lo que en realidad estábamos diciendo es que rayos como el etiquetado como rayo externo, que no deberían formar un punto imagen en el sensor, en realidad sí que lo hacen, debido a las reflexiones internas que se producen dentro de un objetivo formado en realidad por varias lentes.