jueves, 11 de febrero de 2010

Poder de Cobertura de un objetivo



Un objetivo, al recibir la luz en el momento de la captura, proyecta un cono de luz de límites imprecisos en el interior de la cámara fotográfica. En la zona más exterior el viñeteo y las aberraciones convierten en inutilizable la posible imagen que allí pudiera formarse. Pero existe un ángulo sólido denominado poder de cobertura - tal como puede apreciarse en la figura adjunta - en el cual las condiciones de viñeteo y de aberraciones están lo suficientemente controladas como para que cualquier elemento fotosensible que lo corte de forma perpendicular pueda formar imagenes aceptables. En la actualidad estabamos hablando, evidentemente, de sensores.
La idea fundamental es que el poder de cobertura ha de ser al menos similar o quizás algo mayor al ángulo de visión subtendido por el sensor de la cámara. Esta es la idea que subuyace detrás del hecho de que haya objetivos para el formato completo y objetivos para el formato APS-C. Lo que ocurre es que un objetivo pensado para el formato APS-C tiene un poder de cobertura inferior al ángulo de visión correspondiente a los sensores de formato completo y por ello es imposible utilizarlo en en máquinas de estas características. En cambio, al revés, no hay ningún tipo de problema. Si el poder de cobertura de un objetivo cubre el ángulo de visión de formato completo, también cubrirá evidentemente el correspondiente al formato APS-C, que es más pequeño.
Una cuestión débilmente relacionada con el poder de cobertura es la que imposibilita que ciertos objetivos de formato completo (los de diseño más antiguo) puedan utilizarse en cámaras de formato APS-C. El problema reside en que la zona interior de estos objetivos no dispone de una capa adecuada de material antireflectante. Y en esas condiciones, el exceso de luz introducido por el mayor poder de cobertura produce luces parásitas incluso en condiciones de uso normal (Véase el artículo sobre flare).