sábado, 11 de abril de 2009

Ruido

Se suele afirmar que el ruido en fotografía digital es algo similar al ruido en fotografía química, aunque producido por diferentes procesos. Pero la gran diferencia entre ambos es que mientras el segundo podía aprovecharse para la calidad estética de una fotografía, el primero siempre la arruina y, por ello, debe evitarse.


En fotografía digital el ruido puede surgir por dos motivos diferentes:


a) Ruido térmico, producido en exposiciones largas - de 8 o 10 segundos como mínimo- debido al incremento de temperatura en el sensor. Es un ruido de patrón fijo (se produce siempre en los mismos pixeles) y se puede controlar mediante una opción de eliminación de ruido de la que disponen la mayoría de reflex digitales. En mi experiencia, es muy fácil de eliminar mediante el software adecuado - al menos hasta exposiciones de alrededor de 1 minuto- y, por ello, no suelo activar esa opción.


b) Ruido de amplificación, debido a la elevación del valor ISO. Hay que distinguir entre el ruido de luminancia -debido a pequeñas fluctuaciones de luminosidad- que se produce fundamentalmente en zonas de tonalidad clara y uniforme y el de crominancia -puntos de color muy diferentes a los más próximos- que se produce en zonas oscuras. Ambos casos son un ejemplo de ruido de patrón aleatorio, es decir diferente entre dos tomas consecutivas, manteniendo todos los parámetros de la cámara iguales.


De los dos tipos, el de luminancia es relativamente fácil de eliminar, pero el de crominancia, cuando se manifiesta, destruye completamente la fotografía.


Para minimizar el ruido de amplificación es necesario no elevar los valores ISO más allá de un cierto umbral dependiente de la cámara concreta que utilizemos. Este umbral es de unos 400 ISO para las reflex de nivel medio y de unos 1600 para las profesionales.


En segundo y más importante lugar, porque afecta sobre todo al ruido de crominancia, es imprescindible exponer adecuadamente la foto, haciendo que el histograma se aproxime lo máximo posible a la derecha. Si la foto queda subexpuesta y hemos utilizado un valor ISO superior al mínimo (que suele ser de 100) tenemos la casi segura garantía de que la foto obtenida ha quedado completamente arruinada.