La velocidad de sincronización es simplemente una velocidad de obturación particular que tiene relevancia exclusivamente cuando utilizamos el flash. Para entender su significado es necesario comprender el mecanismo de funcionamiento del obturador. Aunque los detalles técnicos están simplificados y se limitan a la variante de obturador mecánico, su estructura es la siguiente:
Encima del sensor se encuentra una superficie opaca de su mismo tamaño y forma cuadrada; adyacente a ella se encuentra otra supercie análoga.Cuando presionamos el disparador a fondo, se mueve el espejo y deja pasar la luz. Inicialmente esta superficie -la cortinilla- impide que ilumine el sensor. La cortinilla se desplaza lateralmente permitiendo que la luz ilumine el sensor y se registre la escena. Su recorrido acaba cuando deja completamente descubierto el sensor.
En un momento dado la segunda cortinilla se desplaza siguiendo a la primera hasta que queda de nuevo adyacente a ella y cubriendo el sensor. Finalmente ambas cortinillas unidas solidariamente se desplazan a la posicón inicial, evitando que la luz llegue al sensor de nuevo.
Lo que en realidad marcan las diferentes velocidades de obturación es cuándo la segunda cortinilla sigue a la primera. Su movimiento puede iniciarse antes de que la primera cortinilla haya descubierto completamente el sensor, cuando exactamente haya descubierto el sensor o instantes después de que la primera cortinilla lo haya descubierto. (Incidentalmente la velocidad de obturación BULB se consigue cuando la decisión de movimiento de la segunda cortinilla la toma el fotógrafo).Pues bien, la velocidad de sincronización es la velocidad de obturación correspondiente a la situación en la cual el movimiento de la segunda cortinilla se inicia exactamente cuando la primera ha descubierto completamente el sensor. Si no utilizamos flash, en todos los casos se produce la exposición completa del sensor, aquí paz y allí gloria.
En cambio cuando utilizamos el flash las cosas cambian. Imaginemos que la velocidad de obuturación elegida sea mayor que la velocidad de sincronización. En ese caso la segunda cortinilla empieza a moverse antes de que la segunda descubra complementament el sensor.
El efecto global que se produce es el de una rendija de luz que ilimina el sensor y que se va desplazando por su superficie. Dado que la iluminación del flash se produce en una fracción de tiempo mucho menor que el intervalo de tiempo necesario para que esa rendija recorra la superficie del sensor lo que ocurrirá será que solamente la zona del sensor en la que se encuentre la rendija en el momento en el que se produzca el fogonazo del flash quedará correctamente expuesta y el resto quedará muy, muy subexpuesto.
Para evitar esa situación, cuando activamos el flash, la máxima velocidad de obturación permitida será la de sincronización. Por supuesto, será perfectamente posible que sea menor. Ésto significa que la segunda cortinilla empezará su recorrido después de que la primera haya descubierto completamente el sensor y por tanto el flah iluminará la totalidad del sensor.
Cuanto más lenta sea la velocidad de obturación, más tardará la segunda cortinilla en iniciar su movimiento y más tiempo dará a la luz no proveniente del flash de iluminar el sensor, registrando así su propia imagen. Es lo que se conoce como flash de sincronización lenta. Es decir que la imagen estará formada tanto por la propia iluminación del flash como por la imagen formada por la iluminación ambiente.