La aberración cromática es un efecto óptico que se produce debido a que la luz que atraviesa el objetivo, al refractarse - cambiar de dirección- lo hace con diversos ángulos que dependen de su longitud de onda. Debido a esta circunstancia no todos los rayos luminosos convergen en el plano focal. Algunos lo hacen un poco más allá y otros un poco más acá. Esto es conocido como aberración cromática longitudinal (Existe otro tipo denominada lateral).
Desde el punto de vista práctico, lo que se observa es la presencia de uno halos de color púrpura, cyan, azul o rojo alrededor de ciertos sujetos del encuadre.No todos los objetivos presentan el mismo nivel de aberración cromática, porque los más costosos utilizan técnicas de corrección que minimizan el problema. De todas maneras es necesario insistir en los siguientes puntos:
a) Este efecto suele manifestarse con claridad cuando observamos la fotografía a su resolución real y no es a veces observable cuando utilizamos un porcentaje bajo de pixeles en su visualización. Lo cual quiere decir que es importante observar siempre las fotografías a resolución real.
b) Se manifiesta especialmente cuando existe una transición brusca de luminosidades entre superficies relativamente uniformes. Por ejemplo, si observamos un edificio contra un cielo azul limpio, es muy probable que se presente este problema.
c) Afecta más a objetivos angulares.
d) Afecta más a grandes aperturas (Números f bajos).
En ambos casos la explicación es que los rayos presentan unos ángulos de penetración más inclinados con respecto a la normal del objetivo. El problema es que normalmente para una fotografía concreta no estamos en disposición de cambiar estos parámetros.
La buena noticia es que los editores fotográficos permiten eliminar casi totalmente la aberración cromática sobre todo si utilizamos formatos de fichero raw.
Resumiendo:- Si disparas con una compacta y vas a imprimir en 10x15, tendrás abundante aberración cromática, pero no la verás.- Si eres aficionado a la fotografía, sigue estos consejos:
1) Cómprate objetivos de calidad.
2) Aprende a reconocer las situaciones que potencialmente pueden dar lugar a este problema
3) Intenta, si es posible no utilizar aperturas muy amplias en estas circunstancias.
4) Utiliza el formato raw.
5) Aprende a utilizar algún editor gráfico (sí, ése que todos conocemos) que te permite eliminar razonablemente este problema.
jueves, 30 de julio de 2009
viernes, 24 de julio de 2009
Tarjetas de memoria
En el actual mercado de tajetas de memoria para cámaras digitales hay dos tipos que acaparan la inmensa mayoría de las ventas. Por una lado nos encontramos con las tarjetas SD (Secure digital) y por otro con las CF (Compact Flash).
Debido a la diversidad de marcas y mecanismos de rotulación de sus características a veces es difícil entender las diferencias que existen entre unas y otras, provocando en el aficionado mucha incertidumbre a la hora de su elección. Aunque existen muchas características importantes que diferencian unas tarjetas de otras las que más nos pueden interesar son realmente dos:
a) Capacidad
b) Velocidad de transferencia
Con respecto a la capacidad poco hay que decir pues siempre queda claro cuál es ésta. No obstante en lo que respecta a las tarjetas SD hay que conocer que existen dos diferentes especificaciones. Por una lado la que denominaríamos SD clásica con capacidades hasta 4GB y la más novedosa SDHC (Secure Digital High Capacity) con capacidades desde 4GB hasta 32 GB. Se ha anunciado una nueva especificación denominada SDXC (Secure Digital Extended Capacity) con capacidades desde 32 GB hasta 2Tb, pero actualmente no tiene presencia comercial.
Con respecto a la velocidad de transferencia las cosas se complican un poco más.En primer lugar hay que conocer que las velocidades se miden en múltiplos de 150 Kb/seg (1X). Las tarjetas SDHC se han dividido en tres clases: Clase 2 , Clase 4 y Clase 6 con las siguientes velocidades de tranferencia mínimnas
Clase 2: 2Mb/seg (13X)
Clase 4: 4Mb/seg (26X)
Clase 6: 6Mb/seg (40X)
Ahora bien nada impide que una tarjeta de clase 6 tenga por ejemplo una velocidad de transferencia de 45 Mb/seg (300X)
En cuanto a las tarjetas CF la velocidad se expresa o bien en Mb/seg o bien en valores X.
Para las velocidades más populares en este momento, una tabla de equivalencia sería la siguiente:
133X 20 Mb/seg
150X 22,5 Mb/seg
200X 30 Mb/seg
266X 40 Mb/seg
300X 45 Mb/seg
Debido a la diversidad de marcas y mecanismos de rotulación de sus características a veces es difícil entender las diferencias que existen entre unas y otras, provocando en el aficionado mucha incertidumbre a la hora de su elección. Aunque existen muchas características importantes que diferencian unas tarjetas de otras las que más nos pueden interesar son realmente dos:
a) Capacidad
b) Velocidad de transferencia
Con respecto a la capacidad poco hay que decir pues siempre queda claro cuál es ésta. No obstante en lo que respecta a las tarjetas SD hay que conocer que existen dos diferentes especificaciones. Por una lado la que denominaríamos SD clásica con capacidades hasta 4GB y la más novedosa SDHC (Secure Digital High Capacity) con capacidades desde 4GB hasta 32 GB. Se ha anunciado una nueva especificación denominada SDXC (Secure Digital Extended Capacity) con capacidades desde 32 GB hasta 2Tb, pero actualmente no tiene presencia comercial.
Con respecto a la velocidad de transferencia las cosas se complican un poco más.En primer lugar hay que conocer que las velocidades se miden en múltiplos de 150 Kb/seg (1X). Las tarjetas SDHC se han dividido en tres clases: Clase 2 , Clase 4 y Clase 6 con las siguientes velocidades de tranferencia mínimnas
Clase 2: 2Mb/seg (13X)
Clase 4: 4Mb/seg (26X)
Clase 6: 6Mb/seg (40X)
Ahora bien nada impide que una tarjeta de clase 6 tenga por ejemplo una velocidad de transferencia de 45 Mb/seg (300X)
En cuanto a las tarjetas CF la velocidad se expresa o bien en Mb/seg o bien en valores X.
Para las velocidades más populares en este momento, una tabla de equivalencia sería la siguiente:
133X 20 Mb/seg
150X 22,5 Mb/seg
200X 30 Mb/seg
266X 40 Mb/seg
300X 45 Mb/seg
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Dispositivos auxiliares
sábado, 18 de julio de 2009
El Flash. Sincronización a la segunda cortina
Ya hemos visto en un artículo anterior que a velocidades de obturación por debajo de la velocidad de sincronización existe un lapso de tiempo entre el momento en que la primera cortina deja completamente despejado el acceso de la luz al sensor y aquél en que la segunda cortina comienza a moverse.
En la configuración por defecto del flash, el fogonazo de luz se produce justo cuando la primera cortina ha dejado descubierto el sensor. Cuando utilizamos la sincronización a la segunda cortina el fogonazo se produce inmediatamente antes de que ésta comienze a moverse.
Una circunstancia común en ambas situaciones es que el sensor se encuentra completamente expuesto. Debemos recordar que si se permitiese que el flash entrase en acción antes de la que la primera cortina hubiera despejado el sensor o bien cuando la segunda cortina ya hubiera iniciado su movimientonos, encontraríamos que únicamente una ranura - de mayor o menor extensión- pero no la superficie completa del sensor estaría expuesta a la luz del flash.
¿Qué implicaciones prácticas tiene ésto?. En la inmensa mayoría de las ocasiones ninguna. Ahora bien, existen casos en los que una fuente de luz secundaria se mueve dentro del encuadre en los cuales sí podemos notar que existen diferencias. El caso más simple para poder entederlo es cuando un coche con los faros encendidos se está moviendo y decidimos hacerle una fotografía.
Si utilizamos la sincronización a la primera cortina, el fogonazo del flah -por supuesto de número de guía suficiente para este menester- registra en el sensor su imagen. Posteriomente en el tiempo que pasa hasta que la segunda cortina cierra el acceso de la luz al sensor las luces del vehículo impresionan un rastro que surje antinaturalmente por delante del vehículo. El resto de la imagen del vehículo permanece invisible poque la exposición es insuficiente para registrarla.
Si, en cambio, utilizamos la sincronización a la segunda cortina las cosas suceden de un modo ligeramente diferente. Primero se observa el trazo de luz de los faros y posteriomente, en el momento del fogonazo del flash se registra el vehículo. En este caso, en la imagen definitiva nos encontraremos con que a partir de los faros y hacia atrás queda registrada su traza . Es una situación mucho más natural.
En la configuración por defecto del flash, el fogonazo de luz se produce justo cuando la primera cortina ha dejado descubierto el sensor. Cuando utilizamos la sincronización a la segunda cortina el fogonazo se produce inmediatamente antes de que ésta comienze a moverse.
Una circunstancia común en ambas situaciones es que el sensor se encuentra completamente expuesto. Debemos recordar que si se permitiese que el flash entrase en acción antes de la que la primera cortina hubiera despejado el sensor o bien cuando la segunda cortina ya hubiera iniciado su movimientonos, encontraríamos que únicamente una ranura - de mayor o menor extensión- pero no la superficie completa del sensor estaría expuesta a la luz del flash.
¿Qué implicaciones prácticas tiene ésto?. En la inmensa mayoría de las ocasiones ninguna. Ahora bien, existen casos en los que una fuente de luz secundaria se mueve dentro del encuadre en los cuales sí podemos notar que existen diferencias. El caso más simple para poder entederlo es cuando un coche con los faros encendidos se está moviendo y decidimos hacerle una fotografía.
Si utilizamos la sincronización a la primera cortina, el fogonazo del flah -por supuesto de número de guía suficiente para este menester- registra en el sensor su imagen. Posteriomente en el tiempo que pasa hasta que la segunda cortina cierra el acceso de la luz al sensor las luces del vehículo impresionan un rastro que surje antinaturalmente por delante del vehículo. El resto de la imagen del vehículo permanece invisible poque la exposición es insuficiente para registrarla.
Si, en cambio, utilizamos la sincronización a la segunda cortina las cosas suceden de un modo ligeramente diferente. Primero se observa el trazo de luz de los faros y posteriomente, en el momento del fogonazo del flash se registra el vehículo. En este caso, en la imagen definitiva nos encontraremos con que a partir de los faros y hacia atrás queda registrada su traza . Es una situación mucho más natural.
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