miércoles, 24 de febrero de 2010

Objetivos angulares


Aunque en la mayoría de los casos ni nos lo hayamos planteado y ni siquiera seamos conscientes de la situación, existe una enorme paradoja cuando utilizamos objetivos angulares de corta longitud focal, digamos en torno a los 12 mm o menos, que es conveniente aclarar. La paradoja consiste en el hecho de que las definiciones de longitud focal chocan con las distancias físicas presentes en este tipo de situaciones. Me explicaré.
Si un objetivo de longitud focal fija (o una posición de de longitud focal de un zoom) tiene, digamos 12 mm, lo que estamos diciendo es que la distancia entre el centro óptico de la lente y el sensor, cuando enfocamos a infinito (en la práctica, a una gran distancia) es de 12 mm., pero si nos molestamos en medir la posición del plano del sensor, que suele estar serigrafiada en la parte superior o inferior del cuerpo de la cámara, con la propia montura, nos podemos encontrar con el hecho aparantemente imposible de que ésta es ya mayor que la propia longitud focal. Y aunque los objetivos actuales constan de varias lentes, es imposible que el centro óptico se encuentre fuera del propio objetivo. Más allá incluso de los contactos de la propia montura.
Entonces ¿qué es lo que está ocurriendo?.
La explicación viene dada en la figura que encabeza el artículo. La existencia de una lente divergente en la parte frontal del objetivo crea una lente virtual convergente cuya longitud focal sí que se encuentra dentro de los límites físicos del cuerpo de la cámara.

jueves, 18 de febrero de 2010

Alto rango dinámico. ¿Sí o no?



Existe una corriente de opinión, fundamentalmente expresada desde el ámbito de los fotógrafos profesionales, crítica con los "excesos" en la aplicación de la técnica de alto rango dinámico.Y si bien es cierto que en algunos casos estas fotografías tienen un aspecto absolutamente extraño, pretender que únicamente se deba utilizar para situaciones en las cuales el rango dinámico de la escena supere al del propio sensor es irreal, debido fundamentalmente a que en muchas circunstancias lo que se pretende es su innegable capacidad para conseguir microcontrastres, muy difíciles de obtener por otros medios.
En realidad, si reflexionamos sobre el tipo de fotografía que suelen realizar los profesionales, nos encontramos de que forma muy mayoritaria giran en torno al ser humano. Así los fotógrafos de modo utilizan modelos humanos en sus campañas. Los fotoperiodistas, en sus diversas variantes (paparazzi, fotográfos deportivos, fotoperiodistas en ambientes hostiles, fotógrafos de BBC), suelen centrarse también en el ser humano y su entorno. Y cualquier sujeto susceptible de iniciar un movimiento -y el ser humano lo es- es inadecuado para este tipo de técnica.
En el ámbito de la fotografía de reportaje, lo cierto es que si estamos fotografiando un glaciar en la Antártida, la propia majestuosidad del paisaje y lo exótico del tema puede proporcionar a la fotografía la fuerza suficiente para que no sea necesario utilizar una técnica agresiva como lo es el alto rango dinámico.
Pero si nos centramos en el ámbito de los fotógrafos aficionados, la realidad es bien diferente. Su misión consiste en hacer atractivo lo cotidiano. Y en esa búsqueda uno de los elementos que se pueden utilizar es precisamente esta técnica. De las dos fotografías que encabezan este artículo, una de ellas refleja con bastante fidelidad el aspecto de la realidad. La otra utiliza técnicas de alto rango dinámico (aún cuando en este caso concreto debido precisamente a las limitaciones del sensor en capturar el contraste de la escena). ¿Creen que es posible decir cuál es cuál y sobre todo cuál resulta más atractiva?.

jueves, 11 de febrero de 2010

Poder de Cobertura de un objetivo



Un objetivo, al recibir la luz en el momento de la captura, proyecta un cono de luz de límites imprecisos en el interior de la cámara fotográfica. En la zona más exterior el viñeteo y las aberraciones convierten en inutilizable la posible imagen que allí pudiera formarse. Pero existe un ángulo sólido denominado poder de cobertura - tal como puede apreciarse en la figura adjunta - en el cual las condiciones de viñeteo y de aberraciones están lo suficientemente controladas como para que cualquier elemento fotosensible que lo corte de forma perpendicular pueda formar imagenes aceptables. En la actualidad estabamos hablando, evidentemente, de sensores.
La idea fundamental es que el poder de cobertura ha de ser al menos similar o quizás algo mayor al ángulo de visión subtendido por el sensor de la cámara. Esta es la idea que subuyace detrás del hecho de que haya objetivos para el formato completo y objetivos para el formato APS-C. Lo que ocurre es que un objetivo pensado para el formato APS-C tiene un poder de cobertura inferior al ángulo de visión correspondiente a los sensores de formato completo y por ello es imposible utilizarlo en en máquinas de estas características. En cambio, al revés, no hay ningún tipo de problema. Si el poder de cobertura de un objetivo cubre el ángulo de visión de formato completo, también cubrirá evidentemente el correspondiente al formato APS-C, que es más pequeño.
Una cuestión débilmente relacionada con el poder de cobertura es la que imposibilita que ciertos objetivos de formato completo (los de diseño más antiguo) puedan utilizarse en cámaras de formato APS-C. El problema reside en que la zona interior de estos objetivos no dispone de una capa adecuada de material antireflectante. Y en esas condiciones, el exceso de luz introducido por el mayor poder de cobertura produce luces parásitas incluso en condiciones de uso normal (Véase el artículo sobre flare).

viernes, 5 de febrero de 2010

Flash de relleno con filtro de densidad neutra

Cuando intentamos realizar una fotografía utilizando el flash de relleno, es imprescindible recordar lo siguiente:
Habrá dos fuentes de luz y dos exposiciones distintas en la misma toma:
-     La exposición del fondo (a ISO fijo) dependerá tanto de la apertura del diafragma como de la velocidad de obturación.
-     La exposición del sujeto principal (iluminado por el flash) dependerá (a ISO fijo) únicamente de la apertura de diafragma.
Las cosas suceden de la siguiente manera:
a) Debemos pasar (habitualmente) a la modalidad de flash de sincronización lenta. Esto se hace para poder decidir cuál será la velocidad de obturación. En su la modalidad por defecto, es el propio flash el que la decide, corriendo el riesgo de no exponer correctamente el fondo.
b) Decidimos qué apertura deseamos y, si utilizamos el modo de prioridad a la apertura, realizamos una medición puntual sobre la parte más brillante del fondo. El fotómetro de la cámara nos indicará entonces la velocidad de oburación adecuada.  Bloqueamos la exposición, enfocamos sobre el sujeto principal que recibirá el destello del flash, y disparamos.
En realidad hemos asumido que la apertura de diagragma seleccionada y la distancia al sujeto principal será la adecuada al alcance del flash. Es decir, que éste iluminará con la potencia total o, si nos hallamos más cerca del sujeto, entrará en juego la característica de la modalidad TTL. Ésta emitirá el destello a una fracción de su potencia total, consiguiendo una adecuada exposición.
Hasta aquí todo perfecto.
Pero las cosas pueden empezar a complicarse si, además, deseamos obtener una pequeña profundidad de campo , difuminando el fondo. Que es lo habitual en este tipo de fotografías.
¿Por qué? Pues porque existe una velocidad de obturación, conocida como velocidad de sincronización, que es la más rápida que podemos utilizar simultánemante con el flash. En el caso de la Nikon D200
es de 1/250 seg. Así pues, si utilizamos una apertura de diafragma grande (número f pequeño), como no podemos utilizar una velocidad de obturación muy rápida el fondo quedaría sobreexpuesto.
¿Qué hacer entonces? La respuesta es utilizar un filtro de densidad neutra, por ejemplo de 3 pasos.
Alguien dirá que parece extraño utilizar un filtro de densidad neutra con el flash, pero las cosas son como son: Dado que éste entorpece el paso de luz, podremos abrir el diafragma 3 pasos más. Se debe recordar que la profundidad de campo (el resto de elementos que influyen constantes) está influida exclusivamente por la apertura del diafragma.
Evidentemente, aunque utilicemos una apertura mayor, dado que el filtro disminuye la luz que incide sobre el sensor, podemos conseguir una exposición correcta del fondo.
Alguien, con más perspicacia,  podría establecer una objeción más seria. Dado que hemos disminuido el número f, debido a la ecuación del número de guía, si no modificamos la distancia al sujeto, éste recibirá un destello del flash más potente del que necesita para una adecuada exposición. Y sería verdad. Pero aquí también interviene el filtro de densidad neutra que conduce esa iluminación al sensor.
Como esto se complica, hablemos sobre un ejemplo concreto.
Supongamos que disponemos de un flash con número de guía 12. Hacemos una fotografía situados a 1 metro del sujeto. Esto implica que nuestra apertura debería ser (aproximadamente) f11. La velocidad de obturación para la correcta exposición del fondo nos la da el fotómetro de la cámara al medir sobre la parte más brillante de este fondo con método de medición puntual.
Si colocamos un filtro de densidad neutra de tres pasos, no hay problema para subir a f4 (suponiendo, claro, que el objetivo lo permita). Esta aumento de la apertura del diafragma quedará compensado por el filtro de densidad neutra, tanto en lo que respecta a la exposición del fondo, como a la exposición del sujeto principal.
Pero ahora tenemos una menor profundidad de campo en torno al sujeto principal. Y por tanto el fondo quedará adecuadamente desenfocado.
Un factor adicional de difícil control es el de la luz ambiente que se proyecta sobre el sujeto principal. Pero aquí interviene el flash TTL. Si la medición del predestello así lo aconseja, el flash no se disparará a su máxima potencia (es decir, en su duración total) sino a una fracción de ésta.