Considerar el Barrido como una técnica fotográfica podría considerarse realmente un exceso porque depende excesivamente de la buena suerte. En esencia, consiste en fotografiar un sujeto en movimiento de tal forma que en la toma obtenida éste aparezca lo más nítido posible mientras el fondo aparece desenfocado. Para conseguirlo se trata de apretar el disparador y mantenerlo apretado durante unos instantes en los que simultáneamente hacemos que la cámara siga al sujeto en su recorrido. Esta actividad psicomotriz depende de demasiados factores como para que nos permita asegurar la toma de una fotografía concreta en unas condiciones concretas. Pero hay cosas que se pueden hacer:
a) Si hay sujetos en movimiento: ciclistas, coches, etc. es recomendable utilizar un teleobjetivo.
En primer lugar por seguridad. Debemos estar lo más alejados posible del sujeto en movimiento.
En segundo lugar, porque al estar más lejos de éste el movimiento de seguimiento con la cámara será menor, lo cual nos facilitará el obtener su imagen razonablemente nítida.
b) Hay que elegir previamente un fondo adecuado. Es decir un fondo fácilmente "desenfocable", o lo que es lo mismo, lo más uniforme posible.
c) Es importante realizar la medición de la exposición por anticipado y trabajar en el el modo manual. Aquí aparece uno de los problemas prácticos de este tipo de fotografías. Se dan dos necesidades contradictorias.
Por un lado es conveniente que abramos el diafragma lo máximo posible (número f pequeño) para facilitar la tarea de desenfoque del fondo. Debemos observar que aquí aparecerán solapados dos tipos de desenfoque muy diferentes. El desenfoque óptico producido en las zonas no cubiertas en el rango de profundidad de campo y el desenfoque provocado por el movimiento de la cámara.
Por el otro, necesitamos un tiempo de apertura del obturador relativamente lento para que se pueda seguir registrando la escena con el disparador pulsado durante algunos instantes.
Evidentemente un diafragma muy abierto suele requerir una velocidad de obturación rápida. Análogamente, para el segundo supuesto, una velocidad de obturación lenta suele requerir un diafragma más cerrado. Por tanto deberemos conseguir un equilibrio, con las condiciones de luz de la toma como juez inapelable.
d) Por último la pieza más importante, hurtada del primer párrafo, y que hace referencia a la manera de realizar el enfoque. Sobre este tema hay muchas alternativas. La que personalmente yo recomiendo exige la utilización del botón AF-ON. Consiste básicamente en lo siguiente:
Sobre la zona sobre la que se supone que va a pasar el sujeto se realiza un enfoque automático utilizando el botón AF-ON. Si no dejamos de presionarlo, aunque movamos la cámara apuntado a otras direcciones, éste se mantiene. El sujeto se aproxima, colocamos el dedo sobre el disparador. Cuando consideremos que está en el encuadre correcto pulsamos el disparador hasta el fondo. No se produce intento de autoenfoque. Seguimos con la cámara al sujeto mientras mantenemos con un dedo pulsado el disparador y con otro el botón AF-ON. Cuando consideremos oportuno retiramos el dedo del disparador y voilá: Una estupenda foto de barrido conseguida. O no.
En la fotografía que encabeza este artículo aparece el intento diecitantos realizado con estas premisas en una carrera ciclista realizada en Albacete a mitad de Junio. Se ha utilizado la valla que rodea el parque como fondo propicio.