Cuando un fotógrafo se dispone a experimentar en el ámbito de la Fotografía de Aproximación, una duda recurrente es si una toma concreta realizada responde a los criterios que podrían calificarla de esta manera o no.
Ya sabemos que la característica principal es que la ratio de reproducción es mayor que 10, o lo que es lo mismo, que el tamaño de la imagen sea a lo sumo la décima parte del sujeto real y así hasta la situación, denominada específicamente Fotografía Macro, en la cual el tamaño de la imagen es similar o incluso algo mayor.
Desde un punto de vista práctico, el fotógrafo aficionado probablemente esté utilizando un objetivo de los denominados Macro. Sobre este tipo de objetivos se puede producir alguna confusión porque, en contra de su propia denominación, muchos de ellos no pueden obtener fotografías macro reales, sino simplemente fotografías de aproximación. Otra alternativa posible sería utilizar Lentes de Aproximación. La calidad obtenida es menor, pero el coste es sensiblemente inferior. El resto de gadgets quedan normalmente limitados a un uso profesional y, por tanto, fuera del ámbito de este artículo.
Existen en realidad dos mecanismos diferentes para poder confiar en que una fotografía concreta cumple con los requerimientos de la Fotografía de Aproximación:
a) En primer lugar, si utilizamos un objetivo macro, es posible que dispongamos de un limitador de enfoque. Esto significa que sólo podrá enfocar en un rango limitado de distancias. Así podremos enfocar a distancias cortas o bien desde distancias medias a infinito. Si enfocamos a corta distancia con el limitador activo ya sabemos que estamos presuntamente en el ámbito de este tipo de fotografía.
Pero la clave del asunto consiste en leer con detenimiento el manual del objetivo. (Sí, los objetivos tienen manuales y es MUY CONVENIENTE leerlos). Por poner un ejemplo concreto, en el Tamron 90 f2.8 siempre que la distancia de enfoque sea inferior a 1 metro, se tiene la garantía de que la imagen obtenida será a lo sumo 10 veces menor que el sujeto real. Es decir, estamos de lleno dentro de la definición de la Fotografía de Aproximación.
b) En segundo lugar, podemos utilizar el criterio del tamaño del encuadre. Me explico: Sabemos que, por ejemplo, si nuestro cuerpo de cámara usa el formato APS-C, ésto significa que el tamaño del sensor es, aproximadamente de 16x25 mm. En este caso si el encuadre del mundo real tiene un tamaño de como máximo 16x25 cm, la imagen obtenida estará dentro de los parámetros de la Fotografía de Aproximación.
Una situación corriente en la cual esta restricción suele verificarse es, por ejemplo, cuando fotografiamos una única flor.