jueves, 30 de abril de 2009
Rango Dinámico
El Rango Dinámico es una diferencia entre dos valores de luminosidad. En fotografía se mide como una diferencia en valores de exposición. Se manifiesta de dos formas distintas.Hablaremos del rango dinámido de una escena como la diferencia de luminosidad entre la parte más clara y la más oscura. A veces se describe como el contraste de una escena. Esta terminología puede resultar confusa porque en fotografía cuando se habla de una escena contrastada nos estamos refiriendo a algo que puede corresponder con un rango dinámico alto o no. Me explicaré. Cuando afirmamos que una escena es contrastada lo que estamos diciendo es que hay una gran diferencia de luminosidad entre zonas adyacentes. Normalmente correponderá con un rango dinámico alto, pero podría ocurrir que no fuera así. Por otro lado, si una escena que realmente tiene un rango dinámico alto, presenta una transición suave en luminosidad entre zonas adyacentes probablemente no diríamos de ella que es muy contrastada.También se habla -en fotografía digital- del rango dinámico de los sensores, entendiéndose por ello la direncia de luminosidades que son capacesde registrar. En el caso de las reflex digitales este rango suele estar en el entorno de 8 pasos.Cuando una escena tiene un rango dinámico mayor de aquél que el sensor es capaz de registar nos encontramos con un problema. La forma de resolverlo será abordada en otro momento.
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Imagen Digital
sábado, 25 de abril de 2009
Compensación de la exposición. Parte I
Todas las cámaras digitales llevan incorporado un fotómetro; éste es un dispositivo capaz de medir la luz reflejada por el sujeto y, para un nivel ISO fijado, establecer un determinado valor de exposición (término técnico definido precisamente. Más sobre él en otro momento). Este valor de exposición se puede conseguir con diferentes parejas de valores para la apertura de diafragma y la velocidad de obturación.
Pero hay un problema.......
El fotómetro asume que la luz proviene de un sujeto de color gris que refleja el 18% de la luz que le llega. ¿Y si ésto no es así?. De hecho, nunca será así.
La respuesta es que los valores que nos propone el fotómetro serán siempre (o casi) falsos. Por ejemplo si elegimos el modo de exposición de prioridad a la apertura y fijamos un cierto valor para la apertura de diafragma la velocidad de obturación propuesta será incorrecta en la muy inmensa mayoría de casos.
¿Qué solución tenemos? Compensar la exposición.
Si el tono medido es más claro que el gris de 18% de reflectancia el fotómetro creerá que le llega más luz de la que le llega en realidad (Si emitiera un sujeto de tono más oscuro haría falta más iluminación) y por tanto elige una velocidad de obturación más rápida de la que sería correcta, produciendo subexposición. Podemos compensar positivamente la exposición, lo que se traducirá en que la velocidad de obturación se volverá más lenta. Por ejemplo si la velocidad era 1/500 y compensamos positivamente en un paso, ésta pasará a valer 1/250.
Si el tono medido es más oscuro, el fotómetro creerá que llega menos luz de la que llega en realidad y elige una velocidad de obturación más lenta de la correcta, produciendo sobreexposición. Ahora podemos compensar negativamente la exposición, lo cual se traducirá en una velocidad de obturación más rápida.
Por desgracia hay un par de temas muy importantes que afectan de manera notoria a la compensación de exposición. Este será el asunto de la segunda parte.
Pero hay un problema.......
El fotómetro asume que la luz proviene de un sujeto de color gris que refleja el 18% de la luz que le llega. ¿Y si ésto no es así?. De hecho, nunca será así.
La respuesta es que los valores que nos propone el fotómetro serán siempre (o casi) falsos. Por ejemplo si elegimos el modo de exposición de prioridad a la apertura y fijamos un cierto valor para la apertura de diafragma la velocidad de obturación propuesta será incorrecta en la muy inmensa mayoría de casos.
¿Qué solución tenemos? Compensar la exposición.
Si el tono medido es más claro que el gris de 18% de reflectancia el fotómetro creerá que le llega más luz de la que le llega en realidad (Si emitiera un sujeto de tono más oscuro haría falta más iluminación) y por tanto elige una velocidad de obturación más rápida de la que sería correcta, produciendo subexposición. Podemos compensar positivamente la exposición, lo que se traducirá en que la velocidad de obturación se volverá más lenta. Por ejemplo si la velocidad era 1/500 y compensamos positivamente en un paso, ésta pasará a valer 1/250.
Si el tono medido es más oscuro, el fotómetro creerá que llega menos luz de la que llega en realidad y elige una velocidad de obturación más lenta de la correcta, produciendo sobreexposición. Ahora podemos compensar negativamente la exposición, lo cual se traducirá en una velocidad de obturación más rápida.
Por desgracia hay un par de temas muy importantes que afectan de manera notoria a la compensación de exposición. Este será el asunto de la segunda parte.
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Exposición
domingo, 19 de abril de 2009
Flash. Número de Guía
El Número de Guía de un flash es la medida de su potencia luminosa. Cuando un fabricante nos informa de que el número de guía de un determinado flash es por ejemplo 16, lo que nos está diciendo es que si la cámara está configurada con un valor ISO de 100 y el valor de la apertura es f16, tenemos la garantía de exponer adecuadamente un sujeto colocado a 1 metro de distancia, en ausencia de cualquier otro tipo de iluminación.
Dado que la intensidad luminosa disminuye con el cuadrado de la distancia, si colocamos el sujeto a 2 metros, éste recibirá 1/4 de la iluminación necesaria para una correcta exposición. Si se coloca a 3 metros, recibirá 1/9. Si lo colocamos a 4 metros, 1/16 y así sucesivamente.
Ahora bien si colocamos el sujeto a 2 metros y simultáneamente abrimos el diafragma 2 pasos, llegando a f8, aumentaremos 4 veces la exposición; ésto se compensará con la disminución anterior y la exposición volverá a ser correcta.
Si colocamos el sujeto a 4 metros y simultáneamente abrimos el diafragma 4 pasos, llegando a f4, aumentaremos 16 veces la exposición (Recuerdo que un incremento de 1 paso dobla la la luz recibida por el sensor). De nuevo se vuelve a compensar y la exposición será correcta.
Nos queda la siguiente expresión:
(Valor del número f) x (Distancia) = (Número de Guía)
Su aprovechamiento es la base del denominado Uso Manual del flash.
Por último hay que hacer dos observaciones:
a) Se está suponiendo que el flash se activa a su máxima potencia.
b) Se supone así mismo que no existe otra fuente adicional de iluminación.
Cuando una o ambas de las anteriores condiciones no se cumplen, la gestión del flash se complica. Pero esto será el asunto de otro artículo.
Dado que la intensidad luminosa disminuye con el cuadrado de la distancia, si colocamos el sujeto a 2 metros, éste recibirá 1/4 de la iluminación necesaria para una correcta exposición. Si se coloca a 3 metros, recibirá 1/9. Si lo colocamos a 4 metros, 1/16 y así sucesivamente.
Ahora bien si colocamos el sujeto a 2 metros y simultáneamente abrimos el diafragma 2 pasos, llegando a f8, aumentaremos 4 veces la exposición; ésto se compensará con la disminución anterior y la exposición volverá a ser correcta.
Si colocamos el sujeto a 4 metros y simultáneamente abrimos el diafragma 4 pasos, llegando a f4, aumentaremos 16 veces la exposición (Recuerdo que un incremento de 1 paso dobla la la luz recibida por el sensor). De nuevo se vuelve a compensar y la exposición será correcta.
Nos queda la siguiente expresión:
(Valor del número f) x (Distancia) = (Número de Guía)
Su aprovechamiento es la base del denominado Uso Manual del flash.
Por último hay que hacer dos observaciones:
a) Se está suponiendo que el flash se activa a su máxima potencia.
b) Se supone así mismo que no existe otra fuente adicional de iluminación.
Cuando una o ambas de las anteriores condiciones no se cumplen, la gestión del flash se complica. Pero esto será el asunto de otro artículo.
sábado, 11 de abril de 2009
Ruido
Se suele afirmar que el ruido en fotografía digital es algo similar al ruido en fotografía química, aunque producido por diferentes procesos. Pero la gran diferencia entre ambos es que mientras el segundo podía aprovecharse para la calidad estética de una fotografía, el primero siempre la arruina y, por ello, debe evitarse.
En fotografía digital el ruido puede surgir por dos motivos diferentes:
a) Ruido térmico, producido en exposiciones largas - de 8 o 10 segundos como mínimo- debido al incremento de temperatura en el sensor. Es un ruido de patrón fijo (se produce siempre en los mismos pixeles) y se puede controlar mediante una opción de eliminación de ruido de la que disponen la mayoría de reflex digitales. En mi experiencia, es muy fácil de eliminar mediante el software adecuado - al menos hasta exposiciones de alrededor de 1 minuto- y, por ello, no suelo activar esa opción.
b) Ruido de amplificación, debido a la elevación del valor ISO. Hay que distinguir entre el ruido de luminancia -debido a pequeñas fluctuaciones de luminosidad- que se produce fundamentalmente en zonas de tonalidad clara y uniforme y el de crominancia -puntos de color muy diferentes a los más próximos- que se produce en zonas oscuras. Ambos casos son un ejemplo de ruido de patrón aleatorio, es decir diferente entre dos tomas consecutivas, manteniendo todos los parámetros de la cámara iguales.
De los dos tipos, el de luminancia es relativamente fácil de eliminar, pero el de crominancia, cuando se manifiesta, destruye completamente la fotografía.
Para minimizar el ruido de amplificación es necesario no elevar los valores ISO más allá de un cierto umbral dependiente de la cámara concreta que utilizemos. Este umbral es de unos 400 ISO para las reflex de nivel medio y de unos 1600 para las profesionales.
En segundo y más importante lugar, porque afecta sobre todo al ruido de crominancia, es imprescindible exponer adecuadamente la foto, haciendo que el histograma se aproxime lo máximo posible a la derecha. Si la foto queda subexpuesta y hemos utilizado un valor ISO superior al mínimo (que suele ser de 100) tenemos la casi segura garantía de que la foto obtenida ha quedado completamente arruinada.
En fotografía digital el ruido puede surgir por dos motivos diferentes:
a) Ruido térmico, producido en exposiciones largas - de 8 o 10 segundos como mínimo- debido al incremento de temperatura en el sensor. Es un ruido de patrón fijo (se produce siempre en los mismos pixeles) y se puede controlar mediante una opción de eliminación de ruido de la que disponen la mayoría de reflex digitales. En mi experiencia, es muy fácil de eliminar mediante el software adecuado - al menos hasta exposiciones de alrededor de 1 minuto- y, por ello, no suelo activar esa opción.
b) Ruido de amplificación, debido a la elevación del valor ISO. Hay que distinguir entre el ruido de luminancia -debido a pequeñas fluctuaciones de luminosidad- que se produce fundamentalmente en zonas de tonalidad clara y uniforme y el de crominancia -puntos de color muy diferentes a los más próximos- que se produce en zonas oscuras. Ambos casos son un ejemplo de ruido de patrón aleatorio, es decir diferente entre dos tomas consecutivas, manteniendo todos los parámetros de la cámara iguales.
De los dos tipos, el de luminancia es relativamente fácil de eliminar, pero el de crominancia, cuando se manifiesta, destruye completamente la fotografía.
Para minimizar el ruido de amplificación es necesario no elevar los valores ISO más allá de un cierto umbral dependiente de la cámara concreta que utilizemos. Este umbral es de unos 400 ISO para las reflex de nivel medio y de unos 1600 para las profesionales.
En segundo y más importante lugar, porque afecta sobre todo al ruido de crominancia, es imprescindible exponer adecuadamente la foto, haciendo que el histograma se aproxime lo máximo posible a la derecha. Si la foto queda subexpuesta y hemos utilizado un valor ISO superior al mínimo (que suele ser de 100) tenemos la casi segura garantía de que la foto obtenida ha quedado completamente arruinada.
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Exposición
viernes, 3 de abril de 2009
Enfoque manual
En las reflex analógicas más antiguas el único tipo de enfoque era el manual. Se conseguía a través de una "pantalla de enfoque", un dispositivo que superponía sobre la imagen del visor óptico un círculo sectorizado o una línea que partía el encuadre y que permitía enfocar girando el anillo de enfoque del objetivo. Hoy en día es una accesorio opcional que no todas las marcas ofrecen. En la actualidad se usa habitualmente un mecanismo de autoenfoque que agiliza el proceso. El paso de un tipo a otro se consigue mediante el correspondiente interruptor en el el cuerpo de la cámara. También existe en muchos casos un interruptor similar en el propio objetivo. Esto significa que, en principio, deberemos accionar ambos interruptores para pasar de una modalidad a otra. En la práctica, muchas marcas (por ejemplo Pentax y Nikon) proporcionan un mecanismo simplificado que manteniendo el interruptor en posición de autoenfoque en el cuerpo de la cámara y también en el objetivo, permite pasar a modo manual simplemente girando el anillo de enfoque.
La pregunta pertinente en este momendo es si realizar el enfoque manual tiene algún sentido en la actualidad. Y la respuesta es un rotundo sí. Existen situaciones concretas que únicamente pueden resolverse utilizando un mecanismo de enfoque manual. Por ejemplo:
a) Cuando estamos realizando una panorámica que comprende varias fotografías que serán posteriormente unidas por software es imperativo utilizar el enfoque manual para evitar diferencias en la profundidad de campo de una a otra.
b) En fotografía macro, debido a la minúscula profundidad de campo, el único tipo de enfoque posible es el manual.
c) En situaciones en las cuales el mecanismo de autoenfoque fracasa con mucha frecuencia.
c.1) Intento de enfocar en una zona muy uniforme.
c.2) Intento de enfocar en patrones geométricos.
c.3) Situaciones como la fotografía de animales enjaulados, donde existe el riesgo de que el enfoque se produzca en los barrotes, etc.
d) Fotografía nocturna, en las cuales el autoenfoque exige el disparo previo de un rayo de iluminación
Debido a todas estas circunstancias el enfoque manual sigue totalmente vigente en nuestros días.
La pregunta pertinente en este momendo es si realizar el enfoque manual tiene algún sentido en la actualidad. Y la respuesta es un rotundo sí. Existen situaciones concretas que únicamente pueden resolverse utilizando un mecanismo de enfoque manual. Por ejemplo:
a) Cuando estamos realizando una panorámica que comprende varias fotografías que serán posteriormente unidas por software es imperativo utilizar el enfoque manual para evitar diferencias en la profundidad de campo de una a otra.
b) En fotografía macro, debido a la minúscula profundidad de campo, el único tipo de enfoque posible es el manual.
c) En situaciones en las cuales el mecanismo de autoenfoque fracasa con mucha frecuencia.
c.1) Intento de enfocar en una zona muy uniforme.
c.2) Intento de enfocar en patrones geométricos.
c.3) Situaciones como la fotografía de animales enjaulados, donde existe el riesgo de que el enfoque se produzca en los barrotes, etc.
d) Fotografía nocturna, en las cuales el autoenfoque exige el disparo previo de un rayo de iluminación
Debido a todas estas circunstancias el enfoque manual sigue totalmente vigente en nuestros días.
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