Objetivo: Nikon 18-200 f3.5-5.6 Longitud Focal: 135 mm. Apertura: f5 Velocidad Obturación: 1/125 seg. ISO: 400 |
ISO son las siglas de International Stadarization Organization y en el ámbito de la fotografía mide la capacidad de respuesta del material sensible a la luz para generar una imagen fotográfica bien expuesta. Cuando el valor ISO aumenta es posible obtener una exposición correcta en presencia de menos luz.
El incremento del valor ISO es realmente un proceso de amplificación de la señal eléctrica generada por los fotocaptores de luz del sensor. Un proceso completamente diferente al que se producía en el ámbito de la fotografía de película.
Inexorablemente ligado a la amplificación de la señal eléctrica aparece el fenómeno del ruido. Por tanto el principal problema a abordar cuando utilizamos valores ISO altos es la gestión del ruido generado.
Nos podemos plantear una serie de interrogantes:
¿En qué circunstancias es necesario elevar el valor ISO?
¿Hasta qué punto podemos incrementar el valor ISO, sin deteriorar significamente la fotografía obtenida por la aparición de ruido?
Pasemos a comentar la segunda cuestión. En realidad la respuesta dependerá del sensor que estemos utilizando. El nivel base suele ser de 100 ISO aunque algunas cámaras lo incian en 200 y algunas pocas en 50. El mecanismo es que si elevamos por ejemplo el valor ISO de 100 a 200, podremos obtener la misma exposición con la mitad de luz.
Si ulizamos una cámara digital compacta, el ruido puede ser ya muy evidente incluso cuando realizamos el primer incremento de 100 a 200. Por tanto, pocas alegrías.
Para cámaras réflex digitales de gama baja, quizá sea posible elevar hasta 400. En mi Pentax ist ds, que inicia la serie en 200 ISO, más allá de 400 el ruido empieza a ser un problema.
Para réflex digitales semiprofesionales, valores de hasta 800 ISO no suelen suponer un problema. En mi Nikon D200, es lo que suecede.
Para el caso de réflex profesionales es posible subir el nivel algo más. Eso dicen.
En todos los casos, y es importante dejarlo claro, lo que significan los anteriores párrafos es que el ruido -que inevitablemente se genera- es fácilmente eliminable utilizando un programa de edición fotográfica. Debido a que su intensidad es leve.
Pero -siempre hay un pero- únicamente en el caso de que la exposición obtenida sea correcta, o muy próxima a la correcta. Esto quiere decir que si manipulamos la imagen con un programa de edición gráfica para conseguir la exposición correcta, que no hemos logrado en la captura, lo más probable es que hagamos aflorar el ruido y acabamos estropeando la fotografía. En casos de subexposición el problema se agrava.
Con respecto a la primera -y, aún no respondida- cuestión, lo habitual es afirmar que el contexto adecuado para elevar el valor ISO es cuando la iluminación de la escena es deficiente. Cuando hay poca luz. Por ejemplo, en atardeceres, interiores, etc. Y es verdad.
Pero, en mi opinión, hay otra circunstancia más favorable que ésta a la hora de incrementar el valor ISO. Cuando intentamos fotografiar sujetos no estáticos con objetivos poco luminosos, en condiciones luminosas normales. Para concretar: Un flor mecida por la brisa a las 11 de la mañana. Si utilizamos un objetivo poco luminoso como el Nikon 18-200 f3.5-5.6 suele ser necesario, debido al pequeño tamaño de la flor, usar una longitud focal de alrededor de 150 mm. En ese caso la mayor apertura posible es entorno a f5. Con estos datos, la velocidad de obturación adecuada para conseguir una correcta exposición puede llegar a ser tan baja, que el propio movimiento de la flor, mecida por la brisa, nos conduzca a una toma desenfocada. (Aviso para navegantes: Aquí el hecho de que el objetivo esté, como está, estabilizado, no aporta nada. Ya que la misión de la estabilización es corregir el movimiento de trepidación de la cámara en manos del fotógrafo y no tiene capacidad de actuación sobre la flor que se está moviendo. Más sobre ésto en otro artículo).
En este tipo de casos se da una circunstancia favorable adicional. Dado que las condiciones de iluminación son correctas, la señal eléctrica generada es alta y por tanto la relación señal/ruido es muy favorable.Lo cual significa que el ruido es prácticamente despreciable.
Por último, el protocolo a emplear es muy sencillo: Se establece la exposición adecuada con el valor ISO más bajo, típicamente 100. Se sube este nivel hasta donde se pueda o se necesite y seguidamente se incrementa la velocidad de obturación en el mismo número de pasos.