El horquillado es la realización secuencial de varios disparos que se diferencian entre sí en los valores de exposición. Tanto el número de tomas como la diferencia entre ellas (del entorno de un paso) se pueden decidir en los menús de configuración de la cámara. Unos valores muy utilizados son, por ejemplo, tres disparos. Dos ellos con un valor de +1 y-1 en exposición, con respecto al central.
La utilidad del horquillado, tradicionalemente, era la de tomar fotografías con pequeñas variaciones en la exposición, para poder elegir la más adecuada. En la actualidad se utiliza fundamentalmente para dar soporte a las técnicas HDR (alto rango dinámico, en castellano).
La utilización del horquillado está ligada habitualmente al conocido como disparo continuo, en el cual la presión del obturador se traduce no en una toma, sino en una secuencia de ellas hasta que el buffer de la cámara se llene. Cuando se utiliza en combinación con la opción de horquillado, se producen tantas tomas como éste tenga definidas.
Cuando se usa para la realización de fotografías que vayan a ser procesadas por software de HDR es preciso utilizar un trípode (para conseguir un perfecto alineamiento) y un disparador remoto para evitar cualquiet tipo de trepidación.