El Bokeh es un término japonés que denota una cualidad característica de un objetivo en particular. Esta cualidad es la belleza y armonía de las zonas desenfocadas de las fotografías que con él se obtienen.
En primer lugar hay que decir que éste no es un parámetro técnico sino que es puramente subjetivo. Y, en la práctica, se aplica exclusivamente a los objetivos de longitud focal fija (prime lens, en inglés) y con una apertura de 2.8 o menos. Para otro tipo de objetivos, tales como los zooms poco luminosos no tiene sentido en absoluto.
El bokeh depende del número y forma de las laminillas del diafragma. Esto quiere decir que el efecto producido en el desenfoque por un diafragma de 4 laminillas con forma hexagonal será muy distinto al de un diafragma de 7 laminillas de forma octogonal. Se da por supuesto que cuanto más laminillas contenga el diafragma mejor bokeh tendrá.
Cuando la forma de las laminillas es difícil de observar en la zona desenfocada se dice que el bokeh es "cremoso" (creamy, en inglés).
Por último, las mejores condiciones para poder observar el bokeh en una fotografía es cuando aparecen luces muy brillantes sobre un fondo más oscuro.